La cultura de la IC es un componente esencial del éxito de cualquier empresa. Los líderes desempeñan un papel crucial a la hora de garantizar su integración en la cultura de la empresa a todos los niveles.
Crear una cultura de la IC requiere un esfuerzo deliberado para establecer un patrón de pensamiento y comportamiento que anime a todos a participar en el proceso de mejora continua.
Los líderes deben crear un entorno en el que la mejora continua se considere parte integrante de todas las funciones y todos los niveles de la organización. Esto empieza con una visión clara y el establecimiento de expectativas, todo ello competencia de nuestros líderes. Se perpetúa fomentando una cultura de apertura, colaboración y aprendizaje. Los líderes deben animar a sus equipos a compartir libremente conocimientos, experiencias e ideas, y a estar dispuestos a cuestionar el statu quo y experimentar con nuevos enfoques.
Fijar expectativas y una visión clara
Los líderes deben asegurarse de que todos los empleados entienden cómo contribuyen a los objetivos estratégicos de la organización. Es importante estudiar la mejor manera de comunicar esta información y asegurarse de que llega a todos los niveles.
Las reuniones de nivel son la oportunidad perfecta para que los individuos revisen sus progresos y para dar a los líderes una visibilidad clara del rendimiento del equipo. También hay un amplio margen para fomentar la sensación de logro colectivo, elevar la moral y motivar a los empleados para que sigan aportando contribuciones valiosas.
Las reuniones por niveles deben celebrarse de forma rutinaria y centrarse en los pilares clave de la función y las responsabilidades de un equipo. Las organizaciones pueden tener variaciones, pero la estructura de niveles típica es la siguiente:
Cuando se apoyan en un sistema de gestión diaria más amplio -en particular, un DMS digital-, todos los equipos pueden recurrir a una serie de herramientas adicionales para captar esta información y actuar en consecuencia. El siguiente vídeo lo demuestra en la práctica:
La formación y el desarrollo desempeñan un papel importante en la cultura de la IC
Para ser eficaz, la mejora continua debe sustentarse en un conjunto claro de principios y filosofías. Los líderes deben asegurarse de que se comunican eficazmente a través de la formación, el desarrollo y el coaching. Esto ayudará a garantizar que todo el mundo comprenda lo que significa la mejora continua y cómo puede integrarse en su trabajo diario.
Los líderes desempeñan un papel fundamental a la hora de asesorar y orientar a sus equipos para ayudarles a identificar áreas de mejora y desarrollar estrategias para abordarlas. Esto implica dar a las personas el espacio y el tiempo necesarios para asumir la responsabilidad de su trabajo y proporcionarles la orientación y el apoyo que necesitan para tener éxito.
Las herramientas de gestión de competencias, como la matriz de competencias, son una forma rápida (pero potente) de hacer visibles la formación y la certificación. Proporcionan la confianza que los responsables necesitan para dejar que los equipos actúen de forma autónoma e incluso permiten que el personal se haga cargo de sus propios itinerarios de aprendizaje.
Las matrices de competencias digitales capturan información en tiempo real, permiten alertas proactivas de certificaciones que caducan y proporcionan notas interactivas para un 1 a 1 sólido, algo que las herramientas físicas no pueden igualar.
Una cultura de IC permite experimentar y cometer errores
La mejora continua no es sólo una palabra de moda, es una forma de vida. Las organizaciones que fomentan una cultura de apertura y colaboración son las que triunfan a largo plazo. Los líderes desempeñan un papel fundamental a la hora de crear un entorno en el que todos se sientan cómodos compartiendo sus ideas y experimentando con nuevos enfoques.
Esto significa dar a la gente el permiso y el apoyo que necesitan para pensar con originalidad, desafiar las normas y poner a prueba nuevas ideas.
En última instancia, el objetivo de la mejora continua es convertirla en parte integrante de la cultura de la organización. Esto requiere un esfuerzo sostenido de los líderes a todos los niveles para promover una cultura de apertura, aprendizaje y colaboración.
Al crear un entorno en el que se anima a todos a participar en el proceso de mejora continua, los líderes pueden contribuir a impulsar un cambio duradero y garantizar el éxito continuo de su organización.
Un marco conectado para liderar con Lean
Teniendo esto muy presente, los líderes pueden fomentar la actividad de mejora continua como BAU para cada función. Pueden poner en marcha mecanismos de comunicación eficaces y capacitar a todos para que contribuyan al despliegue de la estrategia. Esta cultura de la mejora continua es clave para la eficiencia en el funcionamiento diario y para lograr el éxito a largo plazo.
Lean no es sólo un conjunto de herramientas y técnicas aisladas: es una forma de pensar y de trabajar que requiere conexión, compromiso y dedicación por parte de todos los niveles de la organización.
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